Protector solar para cada tipo de piel
Con la llegada del verano, ¡los días se hacen más largos y llenos de sol! Queremos vacaciones, ya sea en la playa, en la ciudad o en el campo, descansando o haciendo turismo. Sin embargo, hay algo común en todos estos escenarios -la exposición de nuestra piel- y hay una precaución que no debes olvidar mientras disfrutas de los mejores momentos del año: usar crema solar. Seguro que has oído hablar de los efectos nocivos de la exposición al sol en las horas punta. También has oído hablar de los rayos UVA y UVB. Estos rayos no sólo afectan a quienes pasean cerca del mar, y es importante destacar que, a medida que aumenta la altitud, se hacen más fuertes y dañinos. A continuación te explicaremos la diferencia entre ambos tipos de radiación y te daremos las mejores soluciones para protegerte, teniendo en cuenta tu tipo de piel.
Rayos ultravioleta A
Los rayos UVA son rayos más largos que atraviesan las nubes y el cristal. Son responsables del envejecimiento prematuro de la piel, que se traduce en arrugas. Estos rayos también están en el origen de los carcinomas basocelulares y escamosos (dos tipos de cáncer que aparecen en la piel en forma de lesiones que no cicatrizan y costras escamosas, respectivamente). Así como la aparición de melanomas (que se desarrollan en forma de lunares irregulares en la piel).
Rayos ultravioleta B
Los rayos UVB son rayos más cortos que no atraviesan el cristal. Son los más relacionados con las quemaduras solares, ya que afectan a la capa superior de la dermis y a toda la epidermis. Son responsables en gran medida de los melanomas y del cáncer relacionado con la piel, ya que provocan daños fotoquímicos en el ADN de las células.
Aunque los rayos UVA no son tan agresivos como los UVB, existen en mayor cantidad. Es muy importante tener una protección adecuada para ambos. No olvides que las pieles más claras son siempre las más afectadas por la falta de protección correcta. Sin embargo, ¡las pieles oscuras no son inmunes a los efectos nocivos del sol!
Averigua cuál es el mejor protector solar para tu tipo de piel
Las personas de piel más clara deben utilizar un protector solar más fuerte, con FPS 50+ en todo el cuerpo. Este tipo de protector solar también es adecuado para proteger lunares, cicatrices y tatuajes. Y se recomienda para la piel del rostro, sea cual sea tu tono de piel. No olvides que la piel oscura tiene tendencia a desarrollar manchas oscuras que aumentan de tamaño con la exposición al sol. Este tipo de protección evita que estas manchas aparezcan y se extiendan.
Se recomienda utilizar un protector solar con FPS 30 para las pieles más oscuras, que toleran mejor la exposición al sol. Tanto los protectores solares de amplio espectro como los de menor nivel de protección ofrecen una amplia gama de opciones. Van desde texturas pesadas como la típica crema (adecuada para pieles secas) hasta sprays y brumas secas. Puedes optar por una protección compacta y coloreada o por un protector antialérgico para pieles sensibles. También hay una solución ligera para pieles propensas al acné y grasas, entre otras. Te recordamos que no olvides proteger tus labios utilizando una barra de labios con protección media/alta.
¡Olvídate de los viejos tiempos en que tenías que parecer un muñeco de nieve para protegerte del sol! Con tantas soluciones, sólo tienes que elegir la que mejor se adapte a tu tipo de piel y a tus gustos. Porque además de protección, siempre hay que buscar productos que nos hagan sentir cómodos.
Últimos consejos
Por último, pero no por ello menos importante: no olvides volver a aplicarte el protector solar cada 2 horas (es el periodo máximo recomendado), o más a menudo si te mojas o experimentas periodos de mayor sudoración (comprueba la información del protector solar que hayas elegido, algunos son más resistentes al agua que otros). Te recomendamos que lleves sombrero y gafas de sol con filtro UV, porque al igual que la piel, los ojos absorben los rayos UVA y UVB, que pueden causar cataratas y otros tipos de daños (algunos de los cuales pueden provocar ceguera).
Es importante subrayar que llevar gafas sin filtro UV es incluso más perjudicial que no llevar gafas de sol. La lente oscura hace que la retina se “relaje” y la pupila permanezca dilatada, por lo que entran más rayos en el ojo. Por último, no olvides beber mucha agua para mantener equilibrados tus niveles de hidratación y ¡disfruta de esta estación que siempre nos hace más felices!