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6 consejos para los primeros días de guardería.
Planifica con antelación
El número de plazas disponibles en las guarderías suele ser mucho menor que el número de bebés que los padres quieren matricular. Haz tus planes con antelación para evitar que te cojan por sorpresa. Justo antes de irte de permiso de maternidad: investiga y pon el nombre de tu (futuro) bebé en las listas de guarderías a las que te gustaría que asistiera.
Asegúrate de contar con ayuda
Uno de los principales inconvenientes de las guarderías es que no aceptan niños enfermos. Ya sean fiebres, resfriados, dolencias estomacales o cualquier otra cosa. Aquí tienes dos opciones: o tienes disponibilidad para faltar al trabajo en caso de que a tu bebé le ocurra alguna de las enfermedades imprevistas anteriores, o cuando le ocurran, tienes disponibilidad para dejar a tu bebé con los abuelos, una niñera o los tíos. Asegúrate de estudiar bien todas las opciones para que no te cojan por sorpresa.
Establecer buenas relaciones con los trabajadores de la guardería
Aunque es menos personal que con una niñera, la relación con los educadores y auxiliares que cuidarán de tu bebé en la guardería es esencial. El responsable de la guardería será tu principal contacto dentro de la guardería: pídele toda la información que creas necesaria y coméntale cualquier problema que surja. Conoce también a los educadores y auxiliares: serán los que realmente cuiden de tu hijo día a día y los que podrán informarte de todo lo que haga tu bebé durante el día. Habla con ellos sobre los hábitos de tu hijo: cuándo suele dormir, qué le gusta comer…
Adáptate a la guardería
¡No dejarás a tu bebé solo en la guardería toda la noche! Todas las guarderías prevén un periodo de adaptación: una o dos semanas (según la guardería y el bebé). Lo ideal es que pases tiempo allí gradualmente para acostumbrarte a tu nuevo estilo de vida. Empezarás pasando un rato con tu hijo en la guardería, luego lo dejarás una hora, luego dos, después de comer, una siesta… Y finalmente, un día entero. Planifica empezar el periodo de adaptación varias semanas antes de volver al trabajo para evitar prisas e imprevistos. Esto hará que el proceso sea más fácil para ti y para tu bebé.
Tranquiliza a tu hijo
Tu hijo necesita saber exactamente lo que va a ocurrir. Sea cual sea su edad, explícale que tienes que volver al trabajo y que pasará unas horas al día en la guardería, pero que siempre volverás al final del día para recogerle. No huyas cuando le dejes: siempre es importante que sepa que te vas. Y que las despedidas no se prolonguen demasiado: ¡un abrazo, un beso y hay que irse! Sé valiente, aunque llore las primeras veces: seguro que se calmará y estará bien cuando mamá se vaya.

¡Y relájate! Los primeros días en la guardería suelen ser más difíciles para las madres que para los bebés. Tu hijo es muy consciente de tus emociones: por eso es importante que estés lo más tranquila posible para que no sienta tu ansiedad. No tengas miedo de hablar con el equipo de la guardería si te sientes triste o preocupada por una situación. Hay varias formas de ayudarte a mantener la calma, por ejemplo, puedes acordar que la cuidadora te llame durante el día para comprobar que todo va bien.